Teníamos claro que tenían que ser una invitaciones hechas con mucho cariño, algo artesanal, algo manipulado por nosotros, casi casi como si de un bebé se tratara. Tenían que tener algún significado, no solo podían ser bonitas y adecuadas para una boda, debían tener ALGO MAS. Tampoco iba a ser una ceremonia habitual, se iba a celebrar en un "baserri" entre montañas, rodeado de naturaleza y sería una UNIÓN DE ENERGÍAS y no algo religioso o jurídico.
Después de unos cuantos días de investigación, pruebas e ideas, mirando desde la ventana de nuestra oficina nos dimos cuenta de lo bonitas que eran las hojas de los árboles de la calle, el GINKGO BILOBA. A mi (Ibai) siempre me había parecido un árbol muy especial con unas hojas cuando menos curiosas, pero nunca me había informado sobre esta especie. La CASUALIDAD hizo que nos pusiéramos manos a la obra, búsquedas en google, enciclopedias y libros de botánica. Aparte de muchísimas otras cualidades resultó ser una de las especies mas milenarias que se conoce, que también es conocido como "El árbol de la vida", hojas dicotómicas (formadas por dos partes, unidas pero independientes)...
"Cuenta la historia que bajo sus tupidas ramas y su grueso tronco, El Gran Buda descansó de su largo viaje y allí realizó la meditación donde encontró la iluminación "
Esperamos que os gusten...
MILA ESKER GUZTIOI / MOLTES GRÀCIES A TOTS
